Las texturas de las comidas

Las texturas de las comidas


Las comidas tienen diferentes texturas, con características muy particulares.

Texturas grasas
– Estimulan la salivación y tienen un efecto lubricante.
– Armonizan y balancean la tanicidad de los vinos.
– Suelen armonizar bien con los vinos blancos cítricos.
Algunos ejemplos: carne con grasa, prosciutto, salmón, aguacate.

Texturas fibrosas
– Es necesario suavizar estos alimentos utilizando salsas o aderezos untuosos.
– Es recomendable no unirlos a vinos muy tánicos.
Algunos ejemplos: espinacas, espárragos.

Texturas crujientes
– Los hojaldres van bien con cepas robustas, como Cabernet Sauvignon
– Tempuras o pollo frito van bien con vinos rosados.
– Postres crocantes van bien con vinos espumantes o blancos dulces.

Texturas harinosas
– El puré de papa o camote necesita vinos tánicos para limpiar la sensación harinosa.
– Muchas salsas o cremas presentan esta textura.